LOCALIZACIÓN
Barrio de Guindalera, Madrid
CATEGORÍA
Vivienda
AÑO
2022
FOTOGRAFÍA
Carla Capdevila

Reforma de un piso de 160m2 en el barrio de la Guindalera de Madrid para una pareja.

Una de las principales necesidades de los propietarios, era el poder tener un gran espacio abierto de carácter social, para poder recibir a sus invitados en diferentes zonas de la casa, como la cocina, comedor y zona de estar. A su vez necesitaban una zona de trabajo, un dormitorio y baño de invitados, y una zona privativa principal que tuviera un vestidor y un cuarto de baño con bañera exenta y ducha, a modo de espacio tipo spa dónde poder relajarse.

El estado original del piso contaba con una distribución típica de los pisos de los años 60 en Madrid, muy compartimentado, con un largo pasillo y con entrada de servicio hacia una zona de cocina desconectada de la zona de estar y comedor. Por otro lado no se caracterizaba por tener ningún elemento decorativo característico para mantener o destacar en la propuesta de diseño final.

 

“Se rodean de excelentes profesionales en todos los oficios. En nuestro caso, la carpintería ha sido el gran protagonista, aunque el conjunto ha conseguido que podamos disfrutar en nuestro hogar de espacios muy especiales y únicos. Súper fiables y altamente recomendables.”
Cristina y Jesús, propietarios.

Al afrontar la reforma distribuimos los espacios privativos en los laterales del piso, dejando un gran espacio central para la zona social, de esta manera a su vez, conseguimos llevar la luz natural de los ventanales de la fachada principal hacia el interior del piso, fomentando una mejor iluminación y ventilación natural.

Aunque la vivienda dispone de una terraza exterior de un tamaño considerable, también era importante poder crear un espacio a modo de jardín/patio interior, ya que los propietarios son amantes de las plantas. La idea era poder ubicar este espacio verde allí donde se pudiera tener acceso visual desde cualquier punto de la zona social, creando de esta manera un importante punto focal en el interior de la vivienda.

El acceso al espacio privativo principal se hace a través de una puerta enrasada con el panelado de madera de roble que cubre la pared del comedor y continúa envolviendo a la zona de vestíbulo. Se accede por el vestidor, que articula este espacio principal de descanso, quedando hacia un lado el cuarto de baño abierto al mismo, y hacia el otro, el dormitorio, que puede aislarse mediante unas puertas correderas con vidrio estriado, que dejan pasar la luz natural desde del dormitorio hacia el vestidor, cuando este queda cerrado.

La zona de trabajo queda retirada, no está cerrada, pero planteamos un separador a modo de cortina para poder integrar o privatizar este espacio. Esta cortina de color crudo, de la marca VESCOM, tiene unas características técnicas de carácter acústico, que permiten amortiguar el ruido.

También permite compartimentar el espacio abierto, difuminando los límites entre las diferentes áreas, y contribuir a crear un ambiente más íntimo en el espacio dedicado al comedor.

La zona de trabajo está situada cerca del vestíbulo principal, y queda abierta al espacio social, pero mediante una cortina acústica, puede quedar aislada. Esta cortina también puede ser usada para cerrar el espacio dedicado al comedor y así crear un ambiente más íntimo y acogedor.

Entre la zona de estar y la zona de comedor dejamos la estructura de hormigón vista, dotando al espacio con una estética de cierto aire industrial. Teniendo en cuenta este aspecto, empleamos por un lado acabados de una paleta más sobria y robusta, como las baldosas de piedra tipo Ceppo di Gre, una piedra natural de color gris azulado que a su vez aporta elegancia y sofisticación al espacio; panelados de color gris oscuro, y la textura envolvente que ofrece la aplicación de la arcilla natural en paredes, que también desde el punto de vista técnico, teniendo en cuenta que la instalación de calefacción es central, la arcilla nos ayuda a regular la humedad y temperatura en el interior de la vivienda. Mientras que por otro lado, la madera de roble empleada en suelos y paredes, contrapone su calidez al ambiente.

Junto a la zona de estar, siendo el área de la vivienda que recibe mayor cantidad de luz natural, se encuentra la cocina, que es el punto neurálgico de la vivienda, y a su vez la zona más interactiva. Destacan la isla central, y la zona del banco con mesa redonda, que puede servir también como una confortable zona de trabajo. Desde la ventana de este acogedor rincón se disfrutan de las mejores vistas hacia el exterior, y es por donde se filtran los primeros rayos del sol del día.

El mobiliario se diseñó a medida, en base también a las necesidades de nuestros clientes, cómo son las baldas a modelo de expositores para los vinilos, ya que ambos son apasionados de la música. Se realizaron en madera de roble y en madera maciza de roble teñido para la mesa del comedor, complementando al diseño y estética interior de la vivienda.

IMÁGENES